Julio de la Losa (el pastor de la Casa de Campo), tiene un contrato administrativo con el Ayuntamiento de Madrid, de aprovechamiento de pastos de la Casa de Campo mediante pastoreo, por cuatro temporadas. Desde 2005 a 2008. Que vence el 30 de Junio de este año.
Durante ese tiempo, en el ejercicio de la actividad, debe cumplir unas condiciones, que ha infringido. Pastando las ovejas fuera de la zona establecida, y dentro de cerramientos en regeneración forestal, provocando grandes destrozos medioambientales, al comerse plantas ornamentales, pisotear zonas ajardinadas, y destrozar árboles recién plantados.
Ha creado situaciones de peligro para la seguridad del tráfico, al cruzar, las ovejas, por vías abiertas al tráfico, e invadir estas.
Ha hecho parar al tren, al menos en dos ocasiones, al atropellar a ovejas que habían invadido la vía, con el consiguiente peligro para los viajeros.
Y todo esto ocurre, porque las ovejas deambulan solas por donde quieren, ya que el raramente se encuentra ejerciendo su labor de pastor (Por ciento, felicito al fotógrafo que ha conseguido retratarle con el ganado, pues es, arduo difícil verles juntos).
Bueno, realmente las ovejas no van solas, sino acompañadas de tres o cuatro perros, que han asustado en numerosas ocasiones a ciclistas y corredores, persiguiéndoles, e incluso mordiéndoles. Así como a caballos del Escuadrón de la Policía Municipal, poniendo en peligro a sus jinetes.
¡Pensar!. El velar por el cumplimiento de las normas, el respeto por el medio ambiente y la seguridad vial y ciudadana, ¿es acoso? ¿es venganza? ¿de que?
Bueno, lo que esta claro, es que un rebaño de ovejas en la Casa de Campo, es beneficioso, para su regeneración y mantenimiento. Pero un rebaño con pastor, que cumpla sus funciones como tal.
Antes que él, hubo otros pastores, y no hubo problemas pero Julio ha sido especial...

Confirmo y rubrico estos comentariosde un compañero mío.. Jorge Calvo